➡️12. Claves para reforzar la lectura
Recomendamos algunas acciones para mejorar la lectura
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Recomendamos algunas acciones para mejorar la lectura
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Forma el hábito de leer a tu hijo/a temas interesantes y formativos, todos los días desde antes que el niño aprenda a leer. Aun cuando sepas de memoria cuentos, mantén un libro para que relacione el placer y la satisfacción con el libro. La mayoría de la afición a la lectura se da porque la mente tiene una asociación subconsciente de estos dos factores.
La lectura es primordialmente un proceso auditivo interno. Se lee bien cuando los sonidos y los símbolos se encuentran en el sistema auditivo.
Cada niño tiene 4 niveles de lectura. Es importante conocer el nivel de lectura del/a niño/a para dirigir el proceso de aprendizaje.
La lectura de cuentos de Grimm, Andersen, fábulas es aconsejable para los niño/as. Es conveniente hacer modificaciones para adaptar el cuento a las características del niño/a; se le dan al personaje principal las cualidades que esperamos que absorba nuestro hijo/a. Sobre todo, esto es conveniente para el "niño mágico" (4-7 años); posteriormente, en la etapa Concreta Lógica (7-11 años) las biografías son excelentes.
Anima tu hijo/a a que lea en voz alta para ti. La mayoría de los niños/as necesitan el reforzamiento de la retroalimentación auditiva para que entienda lo que lee.
Para mantener la continuidad y aumentar la comprensión, observa por adelantado la lectura y enseña a tu hijo/a las palabras nuevas que van a aparecer en la lectura.
Los niños/as auditivos necesitan leer con diferentes tonos y voces, según los personajes que aparecen, para que haya mayor comprensión.
Si el niño/a se rehúsa a leer, tú lee una página y él, otra. O alterna la lectura de párrafos con él/ella.
Cuando el niño/a tiene problemas de comprensión, lee en voz baja y da otra entonación y expresión.
Ayuda al niño/a a que forme creencias positivas con respecto a la lectura y acerca de sí mismo/a como lector/a, sobre todo si ha tenido experiencias negativas. Crea la oportunidad de que lea para ti (una receta, una instrucción, las palabras de su disco favorito, etc.), donde pueda participar su entusiasmo natural.
Para mejorar la comprensión de la lectura conviene que el niño/a prediga posibles resultados. Por ejemplo: "¿Qué crees que le pasará a tal personaje...?" "¿Cómo terminará el cuento?". Esta anticipación ayuda al cerebro a buscar patrones. Ayuda mucho el proporcionar resúmenes del libro que se empezará a leer (como en el cine, cuando se proyectan trozos de la películas que se proyectará).
Es conveniente que exista un tiempo de lectura para la familia, donde cada uno lea en silencio y después comenten los aspectos interesantes de dicha lectura.
Juega a "letras y palabras extraviadas". Cuando se quitan letras se incrementa la habilidad para la decodificación; cuando se quitan palabras, aumenta la comprensión. Frecuentemente el niño/a debe llenar ese hueco con una palabra que complete el contexto.
Para motivar la lectura, reduce el tiempo de diversiones de pantalla; aprovecha las oportunidades para leer juntos (viajes, tiempos de espera, etc.); lleva una lista de los libros leídos en el mes o año; alimenta el apetito de lectura de tu hijo/a.
La ortografía mejora cuando el alumno incrementa su autoestima. La mayoría de los alumnos con problemas en esta área tienen creencias negativas acerca de sus habilidades; la utilización de colores para sílabas difíciles o el mismo color para determinadas letras ayuda mucho al aprendizaje de ortografía.
Vocabulario: El niño/a promedio aprende 5,000 palabras por año; las principales fuentes de aprendizaje son la conversación y la lectura. Es necesario tomar en consideración que las niñas suelen ser más verbales que los niños/as y, por lo mismo, tener mejor rendimiento en vocabulario y lectura. Pueden ayudar las siguientes estrategias: al emplear procesos múltiples para que el alumno aprenda el significado de las palabras (sinónimos; antónimos; una oración donde, por el contexto, pueda obtener el significado, etimología); dibujar los significados; juega a crucigramas con dibujos o con "sopa de letras".
Tenga los cuentos/libros accesibles para sus hijos/as de manera que puedan alcanzarlos de manera autónoma y sean visibles.
Investigue y ponga en práctica actividades o dinámicas de animación a la lectura en el ámbito familiar.