🔵Indicadores (versión extendida)
Última actualización
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En la prueba Autoevaluación Competencias Docentes se evalúa los siguientes indicadores:
La competencia comunicativa hace referencia al conjunto de habilidades que posibilitan una interacción entre el docente y el resto de agentes educativos. Para ello, el conocimiento y la práctica de recursos comunicativos verbales y no verbales de eficacia comunicativa son fundamentales para el buen ejercicio de la actividad profesional (Sanz, 2005).
La competencia de planificación y organización del trabajo hace referencia a la capacidad para establecer unos objetivos de trabajo y elegir los medios más eficaces para alcanzarlos. Se refiere a saber hacerse una visión de conjunto del proceso formativo a desarrollar dándole estructura y coherencia y sabiendo adaptarlo a la etapa educativa, a los sujetos y a la institución en que se trabaja (Castaño Perea, 2009; Zabalza, 2012).
Dominio de la material y actualización
La competencia de dominio de la material y actualización hace referencia a la capacidad de conocer, aplicar, integrar y mantener actualizados los conocimientos (teóricos, prácticos y didácticos) propios de la materia, con el fin de promover el aprendizaje de los estudiantes a través de metodologías y herramientas adaptadas (Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, 2008; Martínez y Rivero, 2001; Rietveldt, Fernández y Luquez, 2009).
La competencia compromiso ético y valores hace referencia a la capacidad para respetar y transmitir diversidad de valores, como libertad, igualdad, solidaridad, respeto activo, diálogo, responsabilidad, justicia y respeto a la diversidad (Rodríguez Jiménez, 2012).
Investigación e integración de conocimientos
La competencia de investigación e integración de conocimientos hace referencia a la capacidad que poseen los docentes para analizar su propia práctica y su base subyacente, con el objetivo de considerar medios alternativos para lograr sus fines (Pennington, 1992).
La competencia de adaptación a las diferencias implica cualquier acción educativa diseñada sistemáticamente para aquellos estudiantes que presentan diferencias (individuales o grupales) asociadas a los resultados educativos, con objeto de asegurar la equidad educativa (García García et al., 2007).
Habilidad para establecer vínculos con la comunidad
La competencia para establecer vínculos con la comunidad hace referencia a la capacidad docente para establecer relaciones con la comunidad y la familia y mantenerlas en el tiempo (Arellano y Peralta, 2015; Navarro, González, López y Botella, 2015).
La competencia de liderazgo pedagógico o centrado en el aprendizaje permite crear mejores condiciones para la enseñanza y el aprendizaje, con la finalidad de lograr una mejora educativa (Bolívar, López y Murillo, 2013).
La competencia tecnológica nos permite integrar tecnología en el proceso de enseñanza y aprendizaje para mejorarlo. Conlleva la habilidad de operar eficientemente en la sociedad del siglo XXI, lo que involucra tres áreas: comprender el impacto de las tecnologías en la sociedad, información y comunicación usando la tecnología digital.
La competencia emocional es la capacidad para conocer, valorar y controlar tanto sus propias emociones y sentimientos, como los de los/as estudiantes. Con el objetivo de facilitar el pensamiento y promover un crecimiento emocional e intelectual (Hué, 2013; López-Goñi y Goñi Zabala, 2012; Mayer y Salovey, 1997).
La competencia de trabajo colaborativo supone la reflexión conjunta de distintas situaciones educativas, a través de habilidades de escucha activa, negociación y gestión de conflictos (madurez para afrontar las diferencias de criterio) por parte de todo el equipo docente. Requiere de la capacidad de apertura para trabajar con otros y el compromiso con el grupo. Tiene como finalidad obtener resultados creativos para el logro de metas comunes basándose en la responsabilidad compartida e interdependencia positiva del grupo.